Las complicaciones en la aplicación de la pena de muerte a un preso, que falleció de un ataque al corazón más de 40 minutos después de recibir la inyección letal en Oklahoma (EE.UU.), obligó este miércoles a cancelar un segundo ajusticiamiento, en la que iba a ser la primera ejecución doble del país desde 2000.

Según el diario local The Oklahoman, Clayton Lockett, de 38 años y condenado a la pena capital por el asesinato de una joven de 19 años en 1999, se retorció y jadeó cuando le fue administrada la inyección, que contenía una combinación de fármacos nunca usada previamente en el estado de Oklahoma, antes de morir.

Era la primera vez que se utilizaba el fármaco midazolam como parte de una inyección de tres componentes en Oklahoma y poco después de recibir la inyección, el preso empezó a sufrir convulsiones.

Una media hora después del inicio de la ejecución, el director del Departamento Correccional de Oklahoma, Robert Patton, anunció que se cancelaba, porque los medicamentos no estaban fluyendo por las venas del reo, pero a continuación Lockett fue declarado muerto por un ataque al corazón.

Patton pidió entonces el aplazamiento hasta dentro de 14 días del otro ajusticiamiento previsto para este miércoles, que se esperaba que se produjera dos horas después del primero, el de Charles Warner, de 46 años y culpado por el asesinato de un bebé de 11 meses.