Un militar de Estados Unidos muere a diario y no por su empeño en combate, sino a causa del suicidio. Se trata de 154 suicidios a lo largo de 155 días, contados hasta el 3 de junio pasado, más del 50% de los militares muertos en el mismo período durante combates en Afganistán.

La tendencia está en aumento, indican las cifras de años anteriores: del 18% respecto a 2011, del 25% en función de 2010 y del 16% en relación con 2009.

El fenómeno es seguido con atención en el Pentágono y por los servicios de veteranos, que están poniendo en marcha una serie de intervenciones de ayuda psicológica y médica para los militares que vuelven de los combates a los que fueron destinados.

La mayor frecuencia de suicidios se registró en soldados del ejército, seguidos por militares de la Fuerza Aérea y la Naval. Una pequeña disminución, en tanto, se registró en los casos de suicidios en marines.

Entre las motivaciones señaladas por los expertos como posibles están el del estrés prolongado a causa de más de un desplazamiento en el frente, problemas post-traumáticos, uso erróneo de fármacos, problemas económicos al regresar a casa.

Fuente: Ansa