Antes de viajar a Nevada, el fotógrafo McAndrews nunca había estado en un club de striptease y mucho menos en un burdel. Sin embargo ahora puede decir que ha pisado todos y cada uno de los que hay en ese estado.

Se quedó en las habitaciones de las casas, compartió baño con las chicas y vio un mundo que nadie, excepto los que trabajan en los prostíbulos, conoce de primera mano. McAndrews recopiló estas fotografías en su libro ‘Nevada Rose’.