En Estados Unidos se ultiman los detalles de lo que será el traje, llamado exoesqueleto, que utilizarán los miembros del ejército en eventuales campos de batalla o guerras.

Dicho exoesqueleto, bautizado como Sarcos XOS-2, permite que los soldados puedan levantar piezas de mucho peso sin mayor esfuerzo o rearmar piezas de un avión de combate con la misma rapidez y diligencia con la que los técnicos de la Fórmula 1 cambian ruedas.

Este exoesqueleto pasó a la segunda etapa de pruebas, por ejemplo, ocurrió con las Air Legs, un dispositivo diseñado para que los soldados de infantería, cargados de pies a cabeza, cubran la distancia de una milla en cuatro minutos sin cansarse.

Sin embargo, el principal reto del programa del es superar su limitada posibilidad de aplicación en el campo de batalla. El principal inconveniente de la actual versión del ‘supersoldado’ es la necesidad de contar con fuentes de energía y el uso de cables de alimentación. En pocas palabras, por el momento permite portar objetos de gran peso, pero no garantiza una movilidad suficiente en el campo de batalla ni realizar largos recorridos.

Fuente: Actualidad RT.