Timothy Robenhorst, el padre de Kayden, se enteró de que su hijo estaba haciendo bullying a un compañero del colegio y no dudó ni un segundo en imponerle un duro castigo.

Le obligó a hacer trabajos de jardinería, sesiones de ejercicios a primera hora de la mañana y a aprender a pedir perdón. Este hecho sucedió en Estados Unidos.

Según ha publicado el Daily Mail, para las duras jornadas de entrenamiento físico, Kayden se levantaba de la cama a las 4:30 de la madrugada y tenía que hacer 50 flexiones sujetándose con los puños.

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Después de realizar los ejercicios el joven tenía que ir a correr a la calle con las frías temperaturas que hacen de madrugada en Wisconsin.

Pero no todo se queda en unos cuantos ejercicios físicos, el niño ha tenido que hacer trabajos de jardinería en dos casas de su padre y ha tenido que pedir disculpas a su víctima del colegio delante de toda la clase.

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Robenhorst, después del castigo de su hijo posó para una fotografía con un cartel explicando su castigo, y animó a la gente a compartir. A partir de su publicación ha sido compartido más de 1.000 veces.

Bajo el cartel, Robenhorst escribió: “Yo enseño a mis hijos que no se metan en peleas pero si alguien pone las manos sobre ellos tienen que acabar”.

El post termina diciendo “gracias por compartir esta publicación para acabar con este comportamiento en todas partes. Nada cambia hasta que no se toma una postura”.