El fusil hallado junto al cuerpo de Osama Bin Laden luego de que los Navy Seals ingresaran a su residencia y terminaran con él es la más nueva adquisición del increíble museo oculto de la CIA.

En los pasillos del cuartel general de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, en Langley, se esconden miles de objetos que testimonian más de 70 años de espionaje, que en muchos casos marcaron la historia del siglo XX y de lo que va del XXI.

Entre las sorprendentes piezas que guarda este museo se destacan los más sofisticados para la época artefactos y dispositivos utilizados por los espías. Ninguno de ellos tiene nada que envidiarle a los que realiza el agente Q en la saga de James Bond.

El museo también exhibe documentos históricos de enorme valor, como una carta escrita en 1945 por el agente Richard Helms, que luego sería director de la CIA, en una hoja del anotador personal de Adolf Hitler, horas después de su suicidio.

Este museo stá cerrado al público y está reservado exclusivamente a los funcionarios de la agencia y a sus invitados especiales.