Richard Masten, jefe de la organización Crime Stoppers en Miami, fue condenado a 14 días en la cárcel por desacato a la corte. Cuando el juez le pidió que entregara un documento importante en una causa por narcotráfico, el hombre no tuvo mejor idea que comérsela.

“Nos comprometemos con las personas que nos dan información para resolver asesinatos y que nos contactan con la seguridad de que van a permanecer en el anonimato y que ningún dato de ellos se verá comprometido”, dijo Masten cuando le preguntaron por qué había hecho eso.

La hoja de papel tragada no contenía el nombre de la persona que llamó a la línea directa, pero el acusado creía que había suficientes datos para que la identidad del denunciante sea descubierta.

Un juez determinó este jueves que si Masten estudia la ley de desacato y comparece ante el tribunal, no irá a la cárcel sino que sólo tendrá que cumplir algún tipo de libertad provisional.