Apenas un día después de la gesta alemana, el gobierno de Dilma Rousseff también entró en estado de alerta. Por eso, la jefa de Estado, que busca relanzar su campaña presidencial, rápidamente llamó a los brasileños a “levantarse” y “no dejarse quebrar”.

Según el diario ‘Folha’ de Sao Paulo, la mandataria teme que el descontento general incida negativamente en la economía y que, a su vez, pueda afectar su campaña electoral de cara a los comicios de octubre.

Hasta este martes, Dilma venía sorteando una Copa sin sobresaltos fuera del campo de juego, luego de varias semanas de masivas protestas sociales antes del evento deportivo. Ante la desconfianza y las críticas por la organización del Mundial, que estuvo en el ojo de la tormenta, la jefa de Estado atacó a los “pesimistas”.

La primera reacción pública de la presidente de Brasil después de la derrota fue a través de su cuenta de Twitter, donde publicó: “Como todos los brasileños, estoy muy muy triste por la derrota”.

“No vamos a dejar quebrarnos. Brasil levántate y sacude el polvo”, agregó a través de la red social. Según analistas, esta profunda depresión futbolística que sufrió la Verdeamarelha no necesariamente afectará las aspiraciones de reelección de Dilma.

Aunque en Brasil el fútbol es religión, los analistas coinciden en que el principal factor que tendrán en cuenta los brasileños a la hora de elegir a su próximo presidente será “el bolsillo”.