“Lo que tenemos ante nosotros es una falta de respeto a la soberanía de nuestro país”, denunció Dilma Rousseff, que hizo un llamado a impedir “que se desarrollen acciones ilegales que violan los derechos de los ciudadanos”.

Rousseff subrayó que “las tecnologías no pueden convertirse en un nuevo campo de batalla entre estados” y anunció que su país “hará una propuesta para proteger los datos que viajan por internet”.

A su vez, realizó un fuerte descargo contra Washington por las escuchas que sufrió su país, y que motivó la cancelación de su visita oficial a Washington del próximo 23 de octubre.