La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, confirmó que el próximo domingo estará en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro, para entregar la copa al campeón del Mundial y que espera que el favorecido pueda ser su selección.

“Voy a entregar la copa el domingo y hago fuerza para que sea para Brasil”, afirmó la mandataria en un intercambio de mensajes con sus seguidores en Facebook y al confirmar su presencia en la final del Mundial.

Pese a que la FIFA y voceros del Gobierno brasileño ya habían anunciado la presencia de la jefe de Estado en la final y su disposición a entregarle la Copa al capitán de la selección vencedora, Rousseff hasta ahora no se había pronunciado sobre tal posibilidad.

Su respuesta puso fin a las versiones según las cuales la gobernante evitaría ir al Maracaná para evitar los abucheos y los insultos que sufrió el 12 de junio, cuando acudió al estadio Arena Corinthians de Sao Paulo para participar en la ceremonia inaugural.

Rousseff dijo que los brasileños ahora piden para que el evento deportivo no termine. “Antes decían que no habría Mundial. Ahora mucha gente quiere más Mundial. Todos quedaron con ganas de más”, dijo en su conversación en la red social.

Igualmente en referencia a los críticos que alegan que los estadios se convertirán en “elefantes blancos” después del Mundial, la jefe de Estado dijo que todas las infraestructuras usadas fueron construidas para el servicio de los brasileños en las próximas décadas y no para un evento deportivo.

Fuente: EFE