Dos hermanos que desenterraban cadáveres frescos para prepararlos con curry y comérselos en la remota provincia de Punjab, en Pakistán, fueron arrestados por la Policía.

Según el diario The Guardian, cuando los efectivos del orden llegaron al domicilio de los “caníbales gourmet”, estos se acababan de comer las piernas de una mujer de 24 años cocinada en una sartén de acero.

Un oficial dijo que los hermanos llevaban un año comiendo cadáveres, mientras que los medios locales reportaron que los necrófagos tenían al menos una década comiendo carne humana y ya eran adictos.

Muhammad Arif, 40, y Farman Ali, 37, empezaron con el canibalismo después de la muerte de su madre y de que fueron abandonados por sus mujeres, como un acto de oscura “revancha”.