El sacerdote argentino Christian von Wernich exigió acabar con la “persecución infame y diabólica” que le impide oficiar misa en la capilla de la cárcel donde cumple prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar (1976-1983).

En una carta que aparece publicada en dos sitios web, von Wernich, de 74 años, se queja también de que se le impide entrar en la capilla en “la hora santa” para ceremonias con otros fieles.

Dice que “generalmente” solo ha hecho de “monaguillo o de sacristán, al preparar el altar” de la capilla de la cárcel de Marcos Paz, en la periferia de Buenos Aires, donde cumple su condena desde 2007.

En este sentido, se declaró víctima “del más miserable y vengativo atropello a la dignidad humana en su libertad religiosa garantizada” por la Constitución argentina.

El sacerdote escribió la carta en su condición de excapellán de la Policía “sometido a un proceso jurídico-político” como el que se les siguió a “otros miembros de las Fuerzas Armadas, de Seguridad, Policiales y Penitenciarias -muchos de ellos octogenarios, por haber combatido al terrorismo subversivo marxista” en la década de los setenta.

“Mi obispo diocesano dispuso que en este penal, donde estoy recluido, solamente celebre la Santa Misa en mi celda-calabozo (…) y así lo cumplo”, señaló luego de insistir en que no se le permite oficiar en la capilla.

Von Wernich fue condenado a prisión perpetua como “partícipe necesario” en el secuestro de 34 personas, “coautor” de torturas a 31 detenidos y del homicidio de otros siete “en el marco del genocidio” desatado por la dictadura militar, dictaminó un tribunal en octubre de 2007, al cabo de un juicio oral.

Fuente: EFE