Un grupo pequeño de personas podría echar afectar las conversaciones entre Cuba y Estados Unidos para recuperar sus relaciones bilaterales.

Se trata de criminales que están asilados en la Isla y que Estados Unidos reclama para ser juzgados por sus delitos, pese a la negativa del gobierno de Raúl Castro.

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La protagonista de la historia se llama JoAnne Chesimard, condenada por matar a un oficial en Nueva Jersey en 1973, considerada por el FBI como la “terrorista doméstica”.

Fue encarcelada en 1977 y, menos de dos años más tarde, tres hombres negros, armados con pistolas automáticas, entraron en su prisión, tomaron a dos guardias de rehenes y la liberaron. Tiempo después apareció en Cuba, donde recibió asilo.

Además de Chesimard, Cuba ha dado albergue a otros “criminales” como Víctor Manuel Gerena, miembro de un grupo separatista puertorriqueño y buscado por el robo de unos US$7 millones de una compañía de seguridad, y Charles Hill, buscado por la muerte de un policía estatal en Nuevo México.

Fuente: BBC

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