Dicha noticia podría ser cualquier cosa menos esa embarcación. Al menos ésa es la firme duda de arqueólogos y especialistas. Hasta el propio científico contratado por Barry Clifford duda del presunto hallazgo en las profundidades del mar de Haití.

Charles Beeker, arqueólogo del equipo de Clifford y que quiere mantener a salvo su reputación, pone un manto de dudas sobre el “descubrimiento”: “Hay muchos arqueólogos debatiendo las fuentes primarias, y yo mismo he tenido acceso a los mismos documentos originales. Por eso, no estoy afirmando que sea la Santa María, pero me pregunto cómo otros pueden decir que no lo es sin haber visto el sitio”.

El español Miguel San Claudio, también arqueólogo, se burla de Clifford: “Un colega norteamericano dice que si fuera cierto el hallazgo de la Santa María, sería la primera vez que Clifford estuviera cierto de algo. No es la primera vez que anuncia supuestos hallazgos de este tipo. Ese señor no es arqueólogo y conviene dejarlo en claro”, dijo.

Sin embargo, no es el único punto oscuro del hallazgo hecho por Clifford. Filipe Castro, de la Texas A&M University y uno de los más importantes y calificados arqueólogos de la actualidad, también duda sobre la veracidad de lo anunciado.

“Hay gente que anuncia este hallazgo (y el de la Flor de la Mar, de Albuquerque) cada dos años más o menos. Creo que merece la misma atención que las noticias de paletos abducidos en zonas rurales de los EEUU o los avistamientos del Yeti”, sentenció.

Carlos León, que trabaja como arqueólogo en República Dominicana, considera que el objetivo de Clifford era lograr popularidad y, gracias a ello, dinero. Por último, Kiko Bañuelos también hace énfasis en su calidad de “cazatesoro” y busca fortunas y definió a Clifford como “el penúltimo de una generación que lleva trabajando muchos años, destrozando multitud de yacimientos arqueológicos submarinos”.

Fuente: Infobae.com