Debido a las molestias y suciedad que genera el excremento de las palomas en Bélgica, el diseñador flamenco Tuur Van Balen y el biólogo británico James Chappell han creado una bacteria que modifica el metabolismo de estos animales voladores y los hace defecar jabón.

El boom demográfico de las palomas es un quebradero de cabeza para cualquier ciudad, por sus excrementos corrosivos que dañan fachadas, mobiliario urbano y coches, y transmiten alergias y enfermedades.

En Bélgica, en vez de matar a los pájaros los quieren obligar a limpiar las iglesias, parques, ventanas y parabrisas que ensucian.

El gobierno flamenco subvenciona un revolucionario invento que transforma los excrementos en detergente y es tan inofensivo para las palomas como el yogur para los humanos, asegura Van Balen.

La bacteria sintética se esconde en frutos secos que se colocan en nidos dispensadores que ha diseñado el mismo Van Balen, para que las palomas los coman, modifiquen su metabolismo y defequen un jabón similar al que se utiliza para limpiar las ventanas, con un pH bajo que ataca la grasa y la suciedad.