Cientos de buzos trabajan contrarreloj en busca de cuerpos dentro del buque surcoreano Sewol, hundido desde hace ya ocho días con 302 muertos y desaparecidos, antes de que empeoren las condiciones del mar dificultando las labores de rescate.

En el último día de buen tiempo y marea baja, desde el viernes se esperan lluvias y una subida del mar, los servicios de rescate siguen buscando a las 139 personas que se cree permanecen atrapadas en el barco tras recuperar algunos cuerpos más.

Después de más de una semana trabajando en el difícil acceso al barco bajo las aguas frías y turbias del suroeste de Corea del Sur, los buzos han comenzado a mostrar signos de agotamiento y algunos presentan incluso el conocido como síndrome de descompresión, informó la agencia local Yonhap.

Gran parte de los cuerpos hallados en los últimos dos días presentaban fracturas en los dedos, presumiblemente debido a intentos frenéticos por trepar las paredes o pisos de la embarcación para escapar, dijeron medios locales.

“Estamos entrenados para trabajar en ambientes hostiles, pero es difícil ser valiente cuando nos topamos con cuerpos en aguas oscuras”, declaró a la agencia Reuters el buzo Hwang Dae-sik, en momentos en que se llevan a cabo los funerales de 25 menores fallecidos en el naufragio.