Kim Yang-gon, secretario del Comité Central del Partido de los Trabajadores norcoreano, adelantó la “suspensión temporal de las operaciones del complejo” durante una inusual visita a Kaesong, en la que añadió que el régimen “considerará” cerrar definitivamente el proyecto.

La autoridad norcoreana acusó a Corea del Sur de insultar a la dignidad de su nación y declaró al Gobierno del país vecino “completamente responsable” de lo que suceda en Kaesong en el futuro.

Por su parte, el Ministerio de Unificación de Seúl lamentó en un comunicado la decisión de Corea del Norte y responsabilizó al país vecino de las consecuencias de la suspensión de actividades del complejo.

Unificación responderá “con calma pero con firmeza” a la acción norcoreana, prosiguió el comunicado, y hará “todo lo posible para garantizar la seguridad” de sus empleados y la protección de su “propiedad”.

Un total de 123 empresas de Corea del Sur fabrican productos con la barata mano de obra de unos 54 mil norcoreanos en Kaesong, que hasta hoy ha supuesto un importante aporte de divisas al régimen de Kim Jong-un.

Fuente: EFE