“El cuerpo es tuyo, la mente le pertenece al Gran Líder”. Habla Kim Joo-i, un excapitán del ejército norcoreano que desertó en 2005.

En conversación con BBC Mundo, Kim, quien vive en Reino Unido desde 2007, explica por qué el lavado de cerebro que dice haber sufrido y el que, según asegura, experimenta la mayoría en Corea del Norte lleva a que los norcoreanos quieran ir a una guerra en medio de la tensión que vive la península.

“Tanto los civiles como los soldados sufren por la situación económica. Y quieren cambiar eso. Van a morir de todos modos así que, ¿por qué no tener una guerra?”, afirma Kim, quien una y otra vez hizo hincapié en el lavado de cerebro.

Allí está, dice, la explicación de que la sociedad no vea con malos ojos la retórica encendida de su líder, Kim Jong-un, quien desde que la ONU impuso en marzo nuevas sanciones al régimen por su ensayo nuclear ha puesto, en base a acciones y amenazas, en alerta a Estados Unidos y Corea del Sur, y a su aliado China.

“Les enseñan a pensar que pasan hambre por culpa del mundo exterior. Y necesitan un arma nuclear para luchar y dejar atrás las dificultades. A las autoridades, que están cómodas en sus puestos y con su estilo de vida, les sirve hablar de conflicto: distraen a la gente”.

Es uno de los poco más de 600 refugiados norcoreanos registrados en Reino Unido. Desde aquí dirige la publicación digital Free NK, “un diario para la democracia en Corea del Norte”. Y a la distancia, busca un cambio de régimen.

“Los desertores queremos cambiar Corea del Norte, es la forma ideal de hacerlo. Sabemos qué está pasando, si nos podemos organizar, podemos alcanzar a la sociedad norcoreana”.

Fuente: BBC