Corea del Norte tensa las relaciones con la comunidad internacional y Estados Unidos luego de indicar que si la bomba de hidrógeno que han creado sus científicos fuera instalada y lanzada sobre e distrito neoyorquino de Manhattan este desaparecería del mapa.

“Si esta bomba de hidrógeno llegara a ser instalada en un misil balístico intercontinental y cayera en Manhattan, en la ciudad de Nueva York, todo el mundo moriría inmediatamente”, aseveran desde Pionyang.

Medios norcoreanos han precisado que la bomba de hidrógeno “es mucho más grande que la desarrollada que el de la Unión Soviética”.

Esta aparente amenaza surge en una semana destinada por el mismo Kim Jog-un a realizar más pruebas nucleares en el país “para estimar la potencia destructiva de las ojivas nucleares creadas en Corea del Norte y el poderío ofensivo de las capacidades nucleares de la República”.