Se trata de Ludvik Dolezal, un checo de 58 años, residente de la ciudad Novy Bydzov, en la República Checa, quien quema todo lo que encuentra a su alrededor con el propósito de vivir siempre en calor.

Según algunos expertos que han evaluado el caso, Dolezal sufre de un trastorno psicológico que lo incita a tener la necesidad de compartir su vida con el fuego y las cenizas.

Lo más impresionante de todo, es que este hombre usa una “cama” muy particular, pues para dormir quema todo lo que encuentra, generando así un montículo de cenizas y allí reposa durante su descanso.

“Todas las noches me acuesto con ceniza caliente en mi ropa y me cubro para mantener el calor. Me quedo con el fuego encendido durante todo el día y por la tarde, a las 7.30 me voy a dormir”, señaló Dolezal al diario Daily Mail.