Barack Obama dijo visiblemente emocionado y entre lágrimas, que este viernes su mujer y él harán lo mismo que los demás padres del país, “abrazar” a sus hijas, tras el tiroteo en una escuela de Newtown en el que ha habido 27 muertos, 20 de ellos niños.

“Hemos sufrido demasiadas de estas tragedias en los últimos años”, afirmó Obama, quien añadió, “vamos a tener que unirnos y tomar medidas significativas para prevenir futuras tragedias como ésta”.

Superado por la emoción, Obama tuvo que hacer varias pausas en su breve discurso en la sala de prensa de la Casa Blanca, donde subrayó que “nada puede llenar el vacío que deja la pérdida de un hijo o de un ser amado”.

“Nuestros corazones están rotos por los padres, abuelos y familiares de estos niños”, y también por las familias de los supervivientes, afirmó el presidente, para quien “no hay palabras” para calificar el dolor que todos los estadounidenses sienten por esta nueva tragedia.

Obama destacó que los niños fallecidos, con edades de entre cinco y diez años, tenían toda la vida por delante.

También dijo que reaccionó “como padre”, no como presidente, tras conocer la masacre y subrayó, “Esta tarde, Michelle y yo haremos lo que sé que todos los padres de Estados Unidos van a hacer, que es dar un abrazo a nuestros hijos y decirles que los amamos”.