Las FARC son la segunda organización mundial de tráfico de drogas, tal como la definió el subsecretario de Estado Adjunto para la lucha antinarcóticos de EE.UU, William Brownfield.

De hecho, la Justicia de ese país acusó a la narcoguerrilla de ser responsable del 60% de la cocaína que llega a los EE.UU, y ha presentado cargos por narcotráfico sobre 50 de sus líderes.

La guerrilla más antigua de América controla y custodia los campos sembrados de coca, y garantiza el transporte de la droga hacia Panamá y Centroamérica, desde donde parten los envíos a EE.UU.

El líder del recientemente desmovilizado F-57 confirmó la sociedad entre guerrilleros y narcotraficantes. La frontera con Venezuela también es un área de acción del narcotráfico y la guerrilla como aliada.

A pesar de las pruebas, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, es optimista y estima que los vínculos entre los guerrilleros y el narcotráfico durarán “hasta que las FARC terminen”.

“No sería raro que en cuanto las FARC sean institucionalizadas, si es que esto sucede, se desate un conflicto con el narcotráfico por ver quién maneja el negocio”, asegura el exasesor presidencial José Obdulio García a Infobae.

A su vez, consideró que las posibilidades de un enfrentamiento entre los grupos guerrilleros y los que manejan el narcotráfico son considerables: “Hay un antecedente de un enfrentamiento entre las FARC y el cártel de Medellín en los años 80 bajo el gobierno de Betancourt, que tuvo como consecuencia cientos si no miles de muertes”, explicó el ex asesor de Álvaro Uribe.