Colombia está de luto. Después de siete años, Jacobo dejó a sus compañeros de la estación de Bomberos de Bogotá y murió víctima de un tumor al hígado.

Este can era el único certificado internacionalmente para realizar labores de rescate y con su trabajo se ganó el amor y respeto de cada uno de los integrantes de su equipo.

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Cuando integró el grupo apenas era un cachorro, sus primeros pasos en la estación no eran convincentes para el resto del equipo, pero con luego de unos meses desarrolló sus habilidades y se convirtió en un “súperperro”.

El 6 de diciembre de 2010 Colombia vivió una de las desastres más contundentes. La tragedia de Bello, un deslizamiento de tierra en el barrio La Gabriela, en Antioquia, destrozó todo a su paso. Jacobo era un héroe y participó en el rescate de los cadáveres que saldó el desastre.

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Pero su fortaleza no duraría siempre, con el paso de los años le detectaron un tumor en el hígado que prácticamente lo tumbó.

Su estado de salud ya estaba totalmente debilitado. Su familia decidió someterlo a una eutanasia porque los compañeros de su compañía lo amaban y ya no lo querían ver sufrir.

Fuente: Andina/Elcomercio.com

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