Según las autoridades colombianas, dos de los puntos frágiles de John Freddy Manco Torres, alias el “Indio”, quien era el segundo al mando de la organización criminal de alias “Don Mario”, eran el fútbol y la pasión por las mujeres atractivas.

Precisamente, el capo, quien se escondía entre Brasil y España, fue capturado porque quiso regalarle a su novia, la modelo Sara Builes, un fin de semana en Río de Janeiro para asistir al juego amistoso Inglaterra-Brasil en la reinauguración del estadio Maracaná.

Pero sólo bastó que la pareja llegara al aeropuerto internacional Antonio Carlos Jobim para que las autoridades los capturaran. INTERPOL seguía con atención la pista de Builes por ser una atractiva modelo, cuyos contratos publicitarios eran conocidos públicamente.

La joven no sólo hacía videos para multinacionales, sino para canales de TV. Se descubrió que ella iba a viajar a Madrid, donde vivía con Manco Torres, quien en Europa se movía con un pasaporte bajo el nombre de Iván Darío Gallego González.

La pareja estaba instalada nada menos que en el exclusivo condominio La Finca, un complejo de suntuosas viviendas, sin acceso para el tráfico, y donde también vive su ídolo Cristiano Ronaldo, el delantero del Real Madrid. Ella luego fue liberada por no tener antecedentes.