La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) enjuició al Perú por las presuntas torturas y violación sexual de una mujer identificada solo como “J”, a quien en 1992 detuvieron como sospechosa de pertenecer a Sendero Luminoso.

La demanda indica que “J” fue detenida de forma “ilegal y arbitraria” en los registros domiciliarios realizados el 13 de abril de 1992 por parte de agentes estatales, quienes “incurrieron en actos de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes, incluida la violación sexual”.

Estos hechos habrían continuado en el traslado de la detenida a la Dirección Nacional contra el Terrorismo (DIRCOTE) y su privación de libertad, aparentemente sin control judicial y en condiciones inhumanas de detención durante 17 días.

Por su parte, la fiscal Magda Atto, encargada de realizar esos operativos, afirmó que estas diligencias fueron contra el terrorismo y que nunca bajo su mando se produjeron violaciones sexuales, torturas o tratos degradantes contra algún detenido.

Fuente: EFE