Las familias de los viajeros chinos que embarcaron en el vuelo MH370 y que continúan desaparecidos se mostraron escépticos ante el hallazgo de posibles restos del avión en el sur del océano Índico por Australia, tras 13 días de búsqueda infructuosa y mucha desinformación.

“Aún no se ha confirmado nada, será otra falsa alarma”, aseguraba uno de los familiares a la prensa al salir de una sala de reuniones del hotel Lido de Pekín, donde, como mínimo dos veces por día, autoridades de la compañía aérea Malaysia Airlines les informan de los avances de la investigación.

La noticia proveniente de Australia irrumpió en esta sala, cuando las pantallas del salón comenzaron a retransmitir el anuncio del primer ministro australiano, Tony Abbott, sobre el avistamiento de dos objetos en el mar que podrían ser partes del aparato desaparecido.

A pesar de que los familiares escucharon atentos las últimas noticias, no le dieron demasiado crédito después de 13 días de pistas falsas y de mucha confusión de datos.