La ciudad de Golmud, en la provincia de Qinghai, en China, ha quedado cubierta por una gigantesca polvareda, que causó susto y pánico en la población local.

Durante la tormenta, la visibilidad en Golmud se redujo a hasta 30 metros, mientras que en la ciudad de Dunhuang, en la provincia de Gansu, era imposible ver nada a una distancia mayor de 50 metros.

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La urbe, cubierta en polvo rojo, adquirió un aspecto casi marciano, informa “Daily Mail” citando los medios locales.

Hui Chuang, el portavoz de la Policía de Dunhuang, comunicó que la tormenta “ha obligado a muchas personas a quedarse en sus casas, dado que era difícil conducir y respirar”.

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Aparte de estas dos ciudades, la tormenta de arena también dejó su rastro en otras regiones autónomas y provincias chinas, especialmente las del noroeste del país, como Sinkiang, Mongolia Interior, Ningxia y Shaanxi.

Fuente: Actualidad RT

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