Las imágenes muestran a los pasajeros cuando abordaban un bus a las 3:34 horas de aquel día en Concepción. De repente el sismo sorprende a todos, a lo cual el chofer solo atina a pedir calma y tranquilidad a las personas que gritaban de pavor en medio de la fuerte sacudida.

Y como si se tratase de una película de terror, un apagón fue el colofón de la escena. Más allá del susto, ningún pasajero resultó herido. El amanecer mostraría la magnitud del desastre, sumándose a ello un tsunami en la costa chilena, que dejó más de 150 muertos.

El epicentro del sismo se dio en la localidad de Cobquecura. El desastre natural duró 2 minutos y 45 segundos. Las zonas más afectadas fueron las regiones de Valparaíso, Santiago, O’Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía, que acumulan más de 13 millones de habitantes.

Incluso, el terremoto provocó que las capas de hielo de la Antártida vibraran más de lo habitual, a pesar de los más de 3.000 kilómetros de distancia que existe entre ambos territorios, según un nuevo estudio del Georgia Institute of Technology, publicado en ’Nature Geoscience’.

El sismo chileno fue 31 veces más fuerte y liberó cerca de 178 veces más energía que el devastador terremoto de Haití ocurrido en enero de ese año. La energía liberada es cercana a 100 mil bombas atómicas como la liberada en Hiroshima en 1945.