Miles de estudiantes marcharon por las calles de Santiago y otras ciudades de Chile en vísperas de una crucial reunión de la ministra de educación, Adriana Delpiano, con la Confederación de Estudiantes de (Confech), que agrupa a las federaciones de universitarios.

La manifestación, que vio afectado su recorrido por la ruptura de una macrocañería que generó un enorme caos circulatorio en la capital chilena, comenzó alrededor de las 11.30 hora local (15.30 GMT) en otro punto distinto al inicialmente propuesto y con un recorrido más corto que el original.

La marcha, que congregó a unos 150.000 participantes según los organizadores y la tercera parte de esa cifra según fuentes policiales, tenía por objeto manifestar el rechazo de los estudiantes a la forma en que el Gobierno lleva a cabo la reforma del sistema educacional, pero los enfrentamientos entre piquetes de encapuchados y la policía estallaron desde el inicio de la marcha.

Los manifestantes lanzaron lluvias de piedras contra la Policía, que respondió con chorros de agua y gases lacrimógenos, en incidentes que dejaron un número hasta ahora indeterminado de detenidos y lesionados, además de daños de consideración en bienes públicos y privados.

Uno de los episodios más violentos ocurrió en la Iglesia de la Gratitud Nacional, una de las más tradicionales de la capital chilena, en la Alameda Bernardo O’Higgins, la principal avenida de la ciudad.

Los encapuchados entraron por la fuerza al templo, destrozaron diversos objetos en el interior, robaron artículos religiosos, sacaron la imagen de Cristo crucificado a la calle y la destruyeron en la vía pública.

Fuente: EFE