Las autoridades chilenas ordenaron este domingo el desalojo de las viviendas del cerro Ramaditas, en la parte alta de Valparaíso, donde se ha reactivado el incendio que desde el último sábado ha arrasado 800 hectáreas, provocado 11 muertos y destruido 1.200 casas, además de 10.000 evacuados.

Los 1.500 bomberos y brigadistas que integran los equipos de emergencia luchan contra reloj para dominar los nuevos focos de incendio que se han avivado con el viento y mantener el resto bajo control, antes de que caiga la noche y deje de operar la veintena de aeronaves que combate las llamas, entre helicópteros e hidroaviones.

“Hay algunos lugares donde ha rebrotado y se está trabajando”, declaró la presidenta, Michelle Bachelet, durante un recorrido por algunos de los cerros afectados, en tanto que la Armada atribuyó la situación al viento y las adversas condiciones meteorológicas.