El Tribunal Especial para Sierra Leona halló el mes pasado a Taylor culpable de 11 cargos de complicidad con los rebeldes que desataron una orgía de violencia durante una década que terminó en el 2002 con más de 50 mil muertos.

El presidente del tribunal, Richard Lussick, dijo que los crímenes por los que Taylor fue hallado culpable eran de “suma gravedad en términos de escala y brutalidad”.

El caudillo convertido en presidente, de 64 años, es el primer ex jefe de Estado condenado por un tribunal internacional de crímenes de guerra desde la Segunda Guerra Mundial.

Taylor cumplirá su sentencia en una cárcel británica. Empero, sus abogados seguramente apelarán y lo mantendrán en un reclusorio de La Haya durante meses.

La Fiscalía dijo que entregó armas, municiones y otros pertrechos a cambio de “diamantes ensangrentados”, extraídos utilizando mano de obra esclava. Taylor no mostró emoción alguna al impartir Lussick el castigo, de hecho una condena a cadena perpetua.

La fiscalía pidió al Tribunal Especial para Sierra Leona que condenara a Taylor a 89 años de cárcel; sus abogados pidieron a los jueces una pena con esperanza de liberación antes de que muera.

Fuente: AP