El jueves 25 de agosto, un comando de doce personas llegó al Casino Royale a bordo de cuatro vehículos, de los que se bajaron con bidones de gasolina. En poco más de dos minutos, el edificio ubicado en Monterrey estaba en llamas y las columnas de humo negro habían copado la escena. Se contabilizaron 52 víctimas fatales en el atentado.

Ahora, a casi seis meses del ataque, cayó el “Mataperros”, cuando circulaba a bordo de una camioneta por las calles de Monterrey. Este capo narco es considerado como uno de los líderes del grupo delictivo que ordenó al ataque al casino.

Con esa captura, sólo restan atrapar dos sicarios más que habrían participado del atentado. Hasta el momento hay 16 personas detenidas. Todos ellos pertenecen a Los Zetas.

Esta banda nació como un grupo de soldados de élite retirados que ofrecían sus servicios como sicarios al cártel del Golfo. Con el correr de los años, fueron creciendo en número de sicarios y poder, hasta que se escindieron. La división supuso el comienzo de una sanguinaria lucha por el control del tráfico de droga en el sur del país.

Se trata de la banda criminal mexicana con mayor dominio territorial. Además de Nuevo León, controla los estados de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz, Tamaulipas, la mitad de Chihuahua, parte de Chiapas y San Luis Potosí, y diversas localidades de Durango, Oaxaca y Zacatecas.

Fuente: Infobae