Las cataratas de Iguazú, ubicadas en la frontera entre Argentina y Brasil, fueron cerradas este martes por completo a los turistas para prevenir accidentes, a raíz del exceso de agua que corre en el río homónimo.

El pico del caudal llegó hasta los 47 mil metros cúbicos de agua por segundo cuando lo normal para el otoño austral son 8 mil metros cúbicos. Se trata de la mayor crecida de los últimos 16 años tras la de 1998, cuando el agua arrasó con gran parte de las pasarelas y rampas de acceso.

En los últimos cuatro días, la lluvia que ha caído de manera persistente en el estado de Paraná dejaron nueve muertos y más de 55 mil personas afectadas.

Este paisaje ha sido declarado patrimonio natural de la humanidad por la UNESCO y, según la votación global organizada por la fundación suiza New 7 Wonders, es una de las siete maravillas naturales del planeta.

Fuente:El Mundo/ Excelsior