Las escuelas de samba aceleraron esta madrugada el ritmo ya de por sí frenético del en , un país que desde el viernes se entrega en cuerpo y alma a esta fiesta.

Los músicos y los bailarines fastuosamente disfrazados, las reinas del carnaval y las llamativas carrozas desfilaron por 720 metros de sambódromo en una nueva exhibición del que es considerado como el mayor espectáculo del mundo al aire libre.

Las escuelas de samba Beija-Flor de Nilópolis y Unidos da Tijuca, que reúnen el mayor número de galardones de la última década, volvieron a hacer alarde de su majestuosidad y derrocharon poderío durante su aparición.

También pasaron por el coliseo de la samba el grupo Viradouro, que rindió tributo a las raíces africanas de Brasil, y União da Ilha, que abordó la próxima celebración de los Juegos Olímpicos de Río.

El grupo Grande Río ensalzó la figura del “rey” Pelé, mientras que Mocidade rescató de la historia la locura de Don Quijote de la Mancha y la hizo protagonista del carnaval.

El frenesí despertado por las escuelas se alargó hasta el alba, cuando despertaron los “blocos”, las comparsas callejeras que arrastran a miles de personas a ritmo de “marchinhas”, las alegres canciones típicas del carnaval carioca que los brasileños se saben de memoria.

Los “blocos” ocuparon cada esquina de la capital carioca, seguidos por un séquito de juerguistas que desde primera hora comenzaron la parranda y resistieron el cansancio de los días anteriores.

Más allá de la fiesta callejera, la noche dará paso a las otras seis “escolas” del Grupo Especial, la primera división de Río de Janeiro, que desplegarán el laborioso trabajo realizado durante todo el año.

El gremio Vila Isabel, por su parte, rescatará el legado del fallecido Miguel Arraes, conocido líder de la izquierda en el estado de Pernambuco y abuelo del excandidato presidencial Eduardo Campos, quien murió en un fatídico accidente de avión durante la campaña electoral de 2014.

También desfilará por el imponente sambódromo la escuela Imperatriz Leopoldinense, que le dedicará su samba al sertanejo, una especie de country brasileño muy famosa en el país, mientras que Mangueira, la más popular de Río, entrará en la avenida con un homenaje a la cantante María Bethania.

Fuente: EFE