Este refugio lleva varios años investigando en colaboración con otros zoológicos la biología reproductiva del oso polar, informó la Agencia Andina.

El sábado 9 de noviembre de 2013, una de las dos osas polares del zoológico de Toronto dio a luz a tres cachorros machos. Dos días después la tragedia llegó, dos de los pequeños osos murieron.

El cachorro sobreviviente llamado Cubs fue monitoreando las 24 horas del día durante varias semanas. Se le tomaron muchas muestras de sangre y se diseñó una fórmula especial para ayudar a su crecimiento.

La pequeña cría está progresando y su piel cada día se vuelve un poco más gruesa. Ahora el zoológico se complace en difundir los primeros pasos de este bello animal.