La campaña Kony 2012 ha situado en el amplísimo mapa de Internet al hombre más buscado de Uganda, Joseph Kony, en una iniciativa cuya apasionada acogida ha chocado con duras críticas de expertos y de las ONG.

Una iniciativa que ha generado más de 60 millones de visualizaciones en YouTube y Vimeo y el apoyo declarado de famosos como Oprah Winfrey, George Clooney o Justin Bieber, al tiempo que ha conseguido situar el nombre “Kony” entre las tendencias mundiales de la red social Twitter.

Tras cuatro primeros días en la red, el vídeo “Kony 2012” se ha apuntado todos esos tantos, y su responsable, la ONG Invisible Children (Niños Invisibles), con sede en San Diego (California, Estados Unidos), ha pasado de la sombra a la fama mundial.

Su mensaje es: Kony, el líder del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, en inglés), debe pagar por las graves violaciones de los derechos humanos de las que está acusado, incluido el asesinato en masa, la esclavitud y el secuestro de menores.

A través de la historia de un supuesto niño soldado de Uganda, el vídeo de 29 minutos pide al mundo actuar para encontrar este año a Kony, buscado por la Corte Penal Internacional (CPI) desde 2005 y que supuestamente está escondido en zonas selváticas de la República Democrática del Congo (RDC) y la República Centroafricana.

Con ese fin, Invisible Children ha comercializado un “kit de acción” contra Kony, del que se han agotado las ventas, y ha programado una fecha, el próximo 20 de abril, para que los ciudadanos empapelen sus ciudades con carteles de la iniciativa.

La avalancha de visitas al vídeo contrasta con el escepticismo y las críticas de algunos expertos en el conflicto, que consideran que el mensaje de Invisible Children simplifica el problema e incluso manipula la información sobre los niños soldado.

“Lo mejor que podemos hacer para reintegrar a los niños soldado es humanizar a aquellos que lo fueron, no presentarles como víctimas sin cerebro de un autómata programado para matar”, dijo Mark Drumbl, profesor de derecho de la Universidad de Washington and Lee (Virginia, EEUU) y autor de un libro sobre los niños soldado.

La ONG también ha sido acusada de usar la campaña como cortina de humo para los informes sobre irregularidades en sus actividades, y como lavado de cara tras la aparición de una fotografía en la que los fundadores de la organización posan con fusiles junto a miembros del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, enemigo del LRA.

Las críticas a la ONG han llevado incluso al grupo de hackers Anonymous a replantearse el apoyo a la campaña que declaró el jueves pasado, y que el viernes matizó al señalar que se trata de “propaganda” y que hay “algo oscuro” en la iniciativa.

Pero, para los millones de personas que han apoyado “Kony 2012”, el reto es más bien conseguir lo que no parecen lograr los medios de comunicación: concienciar a los jóvenes sobre una tragedia que ocurre en una parte del mundo que no les afecta.

Fuente: Elespectador.com