A fines de marzo, Daryell Menezes Xavier Dickson, profesor de jiu-jitsu, mató a su hijastro de 1 año y 8 meses. El presunto homicida antes había golpeado y violado al pequeño en Wansbeck, ciudad de Brasilia, en Brasil.
El niño tenía un traumatismo craneal, fisuras en el ano y murió el 29 de marzo. Tras este hecho, el maestro de artes marciales decidió entregarse a la policía. En el momento que fue detenido, el sujeto le dijo a su exesposa que estaba poseído por el diablo cuando cometió los abusos sexuales.
Daryell fue llevado a la cárcel, donde los prisioneros decidieron aplicar su propia ley como castigo: lo violaron brutalmente entre 20 presos, en varias rondas y durante varios días.
“Tenía heridas por todo el cuerpo, las más graves en la región anal. Insatisfechos y todavía furiosos por el delito cometido por el profesor, los reclusos abrieron los puntos de sutura que recibió y lo violaron de nuevo. Las manchas de sangre en la parte trasera de la ropa interior del joven son una prueba de los mucho que sufrió”, detalló el diario The Inquisitr.
La madre del menor se expresó, mediante las redes sociales: “Ahora en este momento abro la boca para nada! Empecé a hacer justicia por mi paz, por mi propio corazón”.
Asimismo agregó que “di mi vida y mi hijo para cuidar de este hombre, yo creo en el amor y la bondad en él, yo lo apoyé, yo lo amé, y acepté sus faltas sin saber que se trataba de algo mucho peor”.