Italvino y Diva Possa, quienes se conocieron durante un baile en 1948, estaban internados en la ciudad de Passo Fundo (estado de Río Grande del Sur), cuando fallecieron el pasado 3 de octubre.

El varón de 89 años permanecía hospitalizado por padecer leucemia desde agosto pasado; mientras que su esposa, de 80 años, estaba recibiendo quimioterapia por padecer cáncer.

Diva pidió a sus 10 hijos y a sus 14 nietos que se reunieran en el hospital luego de que su condición empeoró. Ella fue movida a la misma habitación de su esposo para que ambos pudieran tomarse de la mano y murió 40 minutos después de Italvino.

“Luego de que él murió, mi tía susurró al oído a mi abuela que mi abuelo había muerto en paz”, dijo Rafael Max, nieto de la pareja. “En ese momento ella se puso más tranquila. Fue como si él le hubiera abierto la puerta para que también ella se fuera, como si todo estuviera listo para que ambos estuvieran juntos para siempre”, agregó.

La familia recuerda que Italvino solía hacerle desayuno a su mujer todos los días, además de que mantenía un huerto donde cosechaba los vegetales que a ella le gustaban.

“Él siempre decía que tenían un año más de casados, porque siempre contaron desde el primer día que se conocieron”, relató Max.

La familia dijo que el hecho de que ambos murieran el mismo día les evitó un sufrimiento mayor. “Ellos no hubieran soportado el dolor de estar apartados”, comentaron.

Fuente: Excelsior