Se calcula que aproximadamente 50.000 brasileños han perdido sus viviendas en los estados más afectados: Minas Gerais y Espirito Santo.

La presidenta Dilma Rousseff, quien sobrevoló el área el martes, y ha prometido millones de dólares en ayuda federal.

Sin embargo, los especialistas pronostican más lluvias en los próximos días, amenazando con más deslizamientos potencialmente fatales.

Fuente: BBC