Un camarógrafo de la cadena de televisión brasileña Bandeirantes ha sido la principal víctima de una nueva ola de protestas contra el aumento del transporte público en Río de Janeiro.

Santiago Andrade filmaba las protestas cuando fue alcanzado por un potente fuego artificial conocido como buscapié, ya aparentemente lanzado por un manifestante, que lo dejó tendido en el suelo e inconsciente.

Herido en la cabeza, Andrade fue sometido a una cirugía de cuatro horas para contener una hemorragia cerebral, que fue considerada exitosa, pero aún se encuentra en estado grave, en el hospital Souza Aguiar, donde llegó en coma. El mismo hospital atendió otras seis mujeres heridas. Por lo menos 28 personas fueron detenidas, 20 de ellas acusadas por daños al patrimonio público y privado.

Como se ha vuelto una constante durante las protestas brasileñas, la manifestación comenzó de forma pacífica, reuniendo unas mil personas en el centro de Río, y después de algún tiempo comenzó a registrar incidentes de violencia, consecuencia del enfrentamiento entre policías y miembros del grupo conocido como Black Bloc.

El incidente levantó una polémica en redes sociales sobre la procedencia del artefacto que hirió al camarógrafo, después de que surgieron versiones de testigos de que se trataba de una bomba arrojada por la policía. Pero un perito criminal entrevistado por la cadena de TV, Globo, analizó las imágenes y confirmó que se trataba de un artefacto que no es usado por la policía, y que era un potente buscapié.

La manifestación fue en protesta contra un reajuste de más de un 9% en las tarifas autobús, el mismo motivo que detonó las protestas que incendiaron el país el año pasado y que deben continuar hasta el Mundial, en junio.

Fuente: ABC