La policía brasileña usó gas lacrimógeno para dispersar una protesta anti-Mundial en Brasilia, que este martes reunió a cientos de personas y tuvo apoyo indígenas que subieron al techo del Congreso.

La confrontación ocurrió cuando los manifestantes se aproximaron al Estadio Nacional de Brasilia, que recibirá siete partidos del Mundial.

La manifestación fue convocada por el Movimiento Trabajadores Sin Techo y el Comité Popular de Brasilia (parte del movimiento “No va a haber Mundial”, que se opone a la celebración del campeonato) en protesta contra el elevado gasto público en la organización de Brasil 2014.

Según los manifestantes, el dinero pudo haber sido utilizado en otras cosas, especialmente por el hecho de que Brasilia no tiene ningún equipo local que use el estadio después del Mundial.

La protesta reunió a 650 personas de acuerdo a la policía y 2.000 según la organización.

Fuente: EFE