Durante la madrugada del 2 al 3 de diciembre de 1984, una fuga de gas isocianato de metilo en la fábrica de pesticidas de Bhopal, en la India, provocó el mayor accidente industrial de la historia y la muerte de miles de personas. La fábrica pertenecía a la estadounidense Unión Carbide, hoy propiedad de Dow Chemical.

Ese fatídico día fallecieron 5,295 personas, mientras que 4,902 sufrieron incapacidad permanente y 42 resultaron heridas graves.

El directivo estadounidense Warren Anderson fue detenido inmediatamente después del accidente, cuando se personó en Bhopal, pero logró salir del país en circunstancias poco claras. La Justicia redujo los cargos contra él de “homicidio culpable” a “muerte por negligencia”. Estuvo prófugo hasta su muerte en septiembre pasado, con 92 años.

En realidad, el número de afectados por el vertido no deja de crecer. “Todos los días nacen nuevas víctimas del desastre de Bhopal, que sufren de por vida problemas de salud”, sentenció en un comunicado el relator especial de la ONU sobre derechos humanos y desechos tóxicos, Baskut Tuncak.

Se refiere a una tercera generación de niños que nacen con malformaciones, retraso mental o sordera, porque sus progenitores estuvieron en contacto con el gas o han consumido agua contaminada.

Aquí algunas fotografías que muestran las secuelas que dejó este desastre en las personas.