Luego de que Benedicto XVI renunciara a ser la cabeza de la Iglesia y provocara gran conmoción en el mundo entero, muchos se han preguntado cómo y quién será el encargado de realizar los ritos eclesiásticos antes de elegir al nuevo Pontífice.

Según el portal Lainformacion.com, una vez que el Papa se convierta en el cardenal Joseph Aloisius Ratzinger, el próximo 28 de febrero, el protagonismo recaerá en Tarcisio Bertone.

El italiano, de 74 años, es el llamado cardenal Camarlengo (funcionario de la corte papal), y tendrá como primera labor destruir el anillo del Papa con un martillo, así como su sello oficial.

Estas dos acciones tienen la finalidad de que nadie, en el entorno papal, pueda falsificar sus decisiones, siendo este hecho la demostración simbólica del final de la autoridad de Benedicto XVI.

La siguiente tarea del cardenal Camarlengo será cerrar las puertas que dan acceso a los aposentos privados del Papa. Esto lo hará ante los cardenales prefectos y el Secretario de Estado.

Posteriormente, Tarcisio Bertone comunicará la noticia de que ya no hay Papa a los dignatarios principales de la Curia romana, al Decano del Colegio de Cardenales y al Vicario General de Roma.

Es a partir de ese momento, cuando se hace público que no hay Papa al frente de la Iglesia, que comienza el periodo denominado Sede Vacante, donde este personaje tendrá que definir la fecha del cónclave que determinará la elección de una nueva autoridad.

Durante esta época, antes y hasta la designación del Papa, el cardenal Camarlengo, desempeñará el cargo de jefe de Estado en funciones de la Ciudad del Vaticano, aunque no será un Pontífice en funciones.

Fuente: Andina