Se trata de Miriam Weeks, una estudiante de Derecho en la Universidad de Duke, EE.UU, que hace varios días generó controversia tras descubrirse que como no le alcanzaba dinero para sus estudios, se dedicó al cine para adultos.

En su blog xoJane.com, la joven aseguró que le encanta el sexo duro, pero que no siente vergüenza de haberse dedicado al cine porno, pues es su libre elección y lo hizo porque le gusta. También se definió como feminista, pero con una nueva percepción. “Las feministas no pueden posiblemente disfrutar de sexo duro, ¿no?”, se preguntó.

“Usted puede poner arriba sus ensayos críticos sobre mí diciendo que yo merezco ser repudiada por mis padres y expulsada de la escuela, pero todas estas piezas afectadas se encuentran alrededor de una espectacular noción antifeminista: VERGÜENZA”, expresó la estudiante de 18 años, quien recordó cómo se inició su gusto.

“Desde que era niña, he tenido algunas tendencias masoquistas. Cuando yo era una niña y mi amigo y yo jugábamos a las casitas, yo le pedía que me encerrara en su jaula de perro. Yo no era consciente de ello, pero física y mentalmente me despertó. No sabía por qué, pero me gustó. De repente, me encontré en un papel completamente diferente. Sentí por primera vez lo que era ser impotente y atrapada. Fue muy emocionante. Era diferente”, narró.

En ese sentido, remarcó que ser feminista no quiere decir que todo lo “sumiso” debe ser rechazado. “Se trata simplemente de decir que usted no debe sentir presión para adherirse a las ideas canonizadas de género”, anotó.

Sin embargo, Bella Knox no se refirió en ningún momento a su padre, Kevin Weeks, quien servía como médico al ejército estadounidense en Afganistán y que se mostró decepcionado con ella tras conocer la noticia.