Fueron necesarios tres años de análisis y 4 de obras. Tras investigar sobre 21 diseños distintos, finalmente se aceptó la actual versión. Se trata de una piscina única. No existe una fosa con semejantes dimensiones en todo el mundo.

Esta piscina está ubicada en Bruselas, Bélgica, y posee 34,5 metros de profundidad. Fue bautizada “Nemo 33” en honor al capitán de la famosa novela de Julio Verne.

Tiene una capacidad de 2,500 metros cúbicos de agua, mientras que su temperatura oscila entre 30 ºC y 33 ºC, a los que se llega gracias a la energía proveniente de paneles solares.

Los responsables de esta idea fueron el ingeniero civil y profesor de buceo John Beernaerts y el arquitecto Sebastián Moreno-Vacca.

Se trata de una estructura sumergida con pisos planos con diferentes profundidades; dos grandes plataformas están dispuestas a 5 y 10 metros, respectivamente. Además, hay un foso circular que alcanza los 33 metros de hondo y tres salas presurizadas con aire renovado constantemente.

Según sus creadores, esta impresionante estructura es ideal para quienes quieran aprender e incluso mejorar sus técnicas de buceo.

Nemo 33 también ofrece la oportunidad de degustar comida tailandesa en la terraza de la piscina, o en su restaurante con siete ventanales, desde los cuales se observa interior.