“Creemos en una nación de inmigrantes”, agregó, ante una audiencia enardecida, que lo esperó durante horas ondeando banderines con los colores azul y rojo de la enseña del país y al compás incesante de la música.

Al conseguir la victoria tras un duro pulso con su rival republicano Mitt Romney, quien no logró imponerse pese a la debilidad económica en el país, Obama insistió en que los estadounidenses no están “tan divididos como sugieren los políticos”.

“Lo que hace que América sea excepcional es el convencimiento de que nuestro destino es compartido”, expresó. Obama pronunció un discurso conciliador durante el que lanzó un mensaje de unidad a un país dividido y expresó su determinación de trabajar con la oposición durante los próximos cuatro años.

“Somos y seguiremos siendo los Estados Unidos de América”, afirmó el inquilino de la Casa Blanca, haciendo hincapié en la palabra “unidos”, en un mensaje que estuvo teñido de frases patrióticas como la de “somos el mejor país de la Tierra”.

Insistió también, durante uno de los momentos más emotivos de la velada, que lo que ayudó a EE.UU a salir adelante en los momentos más negros de su historia fue la fe en “una familia estadounidense que triunfa o fracasa junta como una nación y como un pueblo”.

El suyo fue, además, un mensaje de agradecimiento: a los votantes que lo apoyaron, “al mejor equipo de campaña y los voluntarios de la historia política” y a su esposa Michelle, a quien dijo “amar más que nunca”.

También tuvo palabras cariñosas para sus hijas Sasha y Malia: “Estáis creciendo para convertiros en dos fuertes, inteligentes y guapas mujeres, como vuestra madre”, comentó sobre ellas.

Fuente: EFE