El presidente de , , aseguró en La Habana estar convencido de que el embargo económico que su país mantiene sobre desde hace más de medio siglo “va a terminar”.

En una comparecencia en el Palacio de la Revolución junto a su homólogo cubano, , Barack Obama sostuvo que el hecho de que cerca de 40 legisladores, entre ellos varios republicanos, le acompañen en este viaje a Cuba es una muestra de que existe cada vez más presión dentro del Congreso de su país para poner fin al embargo.

Según Obama, esa política vigente desde hace más de 50 años “no ha servido a los intereses” de Estados Unidos ni a los del pueblo cubano.

El mandatario recordó que él ha tomado varias medidas ejecutivas para relajar las restricciones del embargo, pero que su eliminación completa depende solo del Congreso estadounidense, cuyas dos cámaras controlan en la actualidad los republicanos.

También dijo que su Gobierno continúa evaluando algunos “aspectos técnicos” del embargo para determinar si es posible adoptar más flexibilizaciones.

“Lo que hicimos por cincuenta años no sirvió ni nuestros intereses ni a los cubanos. Si seguimos haciendo algo repetidamente que no ha funcionado, tiene sentido intentar algo nuevo”, indicó.