Ban Ki-moon aseguró que la crisis en la península coreana ha ido demasiado lejos y que las amenazas nucleares “no son un juego”, después de que Pyongyang anunciara su intención de volver a poner en marcha un reactor nuclear detenido desde 2007.

“Las amenazas nucleares no son un juego”, dijo Ban. “En tanto que secretario general, mi deber es evitar la guerra y buscar la paz”, declaró.

“Las cosas deben tranquilizarse”, pidió el secretario general de la ONU, que llamó a las conversaciones como única forma de solucionar la crisis. Ban ofreció además ayuda para entablar el diálogo.

“Estoy convencido de que nadie piensa atacar a la República Popular Democrática de Corea (RPDC) por causa de discrepancias sobre su sistema nuclear”, afirmó Ban.

Con información de La Tercera