La criatura fue encontrada por una mujer identificada como Debbie Higgs, quien lo vio, le tomó una fotografía y consultó a sus conocidos en Twitter si sabían qué eran.

Ante la repercusión que tuvo su hallazgo, decidió ir a buscar el monstruo, lo envolvió en una toalla y se lo llevó a su casa. Lo dejó en una cubeta con agua salada hasta que los expertos biólogos determinen de qué se trata.

Pese a que aún no ha sido confirmado de qué se trata, la explicación más plausible de los científicos es que sería una especie de molusco llamada Hexabranchus sanguineus, que habita en el océano Índico y el Pacífico, según recoge el portal MeteoMedia.

Este molusco también es conocido como “bailarina española”, por el movimiento ondeante que toma en las aguas, similar a la falda de una bailarina de flamenco. Fuera del agua, su fuerte color rojo pierde intensidad.

La Hexabranchus sanguineus habita en la profundidad del mar, pero cuando este ejemplar fue encontrado en la playa de Queensland hubo una tormenta, que pudo haber revuelto el agua y hacerla llegar hasta la orilla.

Fuente: Infobae