Trabajar con animales salvajes tiene una gran dosis de riesgo. Pues, siempre está el peligro latente de sufrir algún accidente que puede llegar hasta la muerte.

Eso lo aprendió Trent Burton, un australiano de 31 años y especialista en el cuidado de cocodrilos, quien casi pierde la mano y, literalmente, la vida luego de ser atacado por uno de estos reptiles en el zoológico de Shoalhaven Heads, ubicado en Nueva Gales del Sur, Australia.

Todo sucedió cuando Trent alimentaba a un cocodrilo de unos 3,7 metros de largo y cometió el error de acercarse más de lo pertinente. Este descuido fue aprovechado por el animal para soltar una poderosa mordida.

Durante el ataque, el cocodrilo intentó llevar al cuidador hasta su estanque.

Así relató el suceso Michelle Brandy, uno de los testigos. “Le estaba dando de comer y el cocodrilo cogió la carne antes de fuera llevada a la zona designada. Entonces, el entrenador la intentó coger de su boca, tras lo que le mordió la mano, le tiró al suelo y le arrastró al agua”.

Fuente: vanguardia.com